7 Características de una PERSONA RESILIENTE que debes Implementar en tu Vida

Si bien los desafíos y obstáculos son parte de la vida del ser humano, lo cierto es que aprender cómo ser una persona resiliente es parte fundamental en el camino hacia la superación. Algunos piensan que no existe una real importancia de la resiliencia en nuestra vida; sin embrago, este concepto puede ayudarnos más de lo que se estima.

En este artículo veremos ejemplos de una persona resiliente y hablaremos sobre cómo se aplica la resiliencia en la vida cotidiana. ¿Te interesa? ¡Entonces continúa leyendo!

¿Qué es la resiliencia? Ejemplos de una persona resiliente

Nuestro desarrollo requiere de todo nuestro esfuerzo para superar los desafíos que encontraremos a lo largo y ancho de la vida; y la capacidad que tienen ciertas personas para superar los obstáculos y sentirse bien en el proceso se le conoce como resiliencia, ¿pero qué significa realmente este concepto?

En psicología, la resiliencia no es más que la habilidad de sobreponerse ante cualquier situación adversa, extrema o traumática que experimentemos, desde la pérdida de un trabajo hasta la muerte de ser querido. Dicho esto, al enfrentarnos a una situación difícil tenemos dos opciones: rendirnos o superarla.

Por ello, saber cómo ser una persona resiliente nos permite ver estos acontecimientos difíciles como una oportunidad para aprender y ser más fuertes, en vez de dejarnos derrotar por algo que posiblemente tenga solución.

¿Cómo se aplica la resiliencia en nuestra vida cotidiana? Aunque esto lo trataremos ampliamente más adelante, podemos decir que con un comportamiento y actitud positiva ante factores negativos. Esta actitud nos permite protegernos a nosotros mismos, a la vez que nos ayuda a minimizar los efectos secundarios.

Las condiciones como el análisis, el pensamiento con perspectiva y la personalidad pasiva son fundamentales para ser una persona resiliente; no obstante, también se trata de un concepto que se puede cultivar y practicar con el tiempo.

¿Cuál es la importancia de la resiliencia en la vida diaria?

Básicamente, la resiliencia nos permite adaptarnos a cualquier situación y sacar el mejor provecho de ésta, identificando los puntos que nos afectan y aprendiendo a estar preparados para las posibles situaciones futuras. Asimismo, nos ayuda a ser más asertivos frente a las pequeñas adversidades a las que nos enfrentamos a diario.

Muchas personas viven su vida enojadas con el mundo por las diferentes pruebas que la vida les ha puesto. Al fomentar la resiliencia, se sentirán más tranquilas, pensando que cada una de esas pruebas son una oportunidad para aprender y desarrollarse personalmente.

Ejemplos de una persona resiliente

Veamos 4 ejemplos de personas resilientes que han superado alguna situación adversa o difícil en su vida:

  • Proceso de cambio: Los procesos de cambio repentinos suelen sentirse como un latigazo de realidad para quien lo experimenta. Un ejemplo de ello es un divorcio, en el que la rutina familiar y la visión a futuro se rompen de un momento a otro. Una persona resiliente sabe que, aunque es una situación difícil, solo hace falta reacostumbrarse a la nueva rutina y visión.
  • Enfermedad o fallecimiento de un ser querido: Los problemas de salud y la muerte suelen ser de las situaciones más difíciles de procesar y superar, sobre todo cuando quien lo experimenta es muy cercano a nosotros. Una persona resiliente sabe que no hay nada que pueda hacer para cambiar esta situación y que, en muchas ocasiones, esto es parte del ciclo de la vida.
  • Amor no correspondido: Olvidar a una persona que se ama por no ser correspondido o, por otro lado, alejarse de una persona importante por no poder corresponder sus sentimientos, son pruebas sentimentales muy difíciles. Una persona resiliente tiene muy claro que los sentimientos nacen, no se obligan, y que lo mejor es alejarse y continuar.
  • Despido laboral en edad avanzada: Un despido laboral repentino es un gran golpe hacia nuestra resistencia, y es incluso mucho peor para las personas de edad avanzada. Una persona resiliente es consciente de las razones del despido y se plantea sus siguientes pasos, sabiendo que lo hecho, hecho está.

La resiliencia requiere de un buen nivel de fortaleza mental, para así identificar y encontrar la parte buena de cualquier asunto, en vez de dejarse llevar por el enojo, la tristeza o la negación.

¿Cómo ser una persona resiliente? Características y hábitos

Ahora que ya hemos hablado sobre el concepto de resiliencia, la importancia de la resiliencia en nuestra vida y algunos ejemplos de situaciones adversas; veamos entonces cuáles son las características que convierten a una persona en alguien resiliente:

1. Colaboración

Aunque se trata de personas autónomas y con capacidades suficientes para superar cualquier problema, no tienen problemas para compartir con otros su dolor, en especial con familiares y amigos.

A pesar de ello, esto no quiere decir que mientras más personas se conozca, más resiliente se es. Lo importante de esta característica es la calidad de los vínculos que se forman, así como la influencia que se puede encontrar con estos.

2. Creatividad

Internamente, las personas resilientes son muy creativas y no se quedan rumiando sobre el problema, prefieren ir más profundo y analizar las razones, buscando soluciones muy buenas. En el caso de las situaciones que no tienen solución, simplemente las estudian para prepararse a futuro.

3. Adaptabilidad

Para las personas resilientes es importante recordar que no todos los factores externos y los procesos de cambio dependen de ellos, y que aunque las cosas suceden por una razón, no tiene mucho sentido pensar de forma negativa.

Por ello, la adaptación es algo que sienten como algo natural. Toman los cambios y se adaptan a ellos para continuar.

4. Inteligencia emocional

Las situaciones extremas y adversas suelen generar todo tipo de sentimientos negativos como consecuencia de lo que se experimenta, y aunque muchos no entienden el mensaje que cada emoción quiere expresar, las personas resilientes tienen un alto nivel de gestión emocional.

Dicho esto, ante cualquier emoción no la reprimen, la hacen parte de su vida hasta que la superan y se recuperan.

5. Visión

Encerrarse en el pasado y pensar solo en el presente no es parte de una persona resiliente; para ellos, es indispensable lograr ver hacia el futuro con esperanza, teniendo plena confianza en que las cosas irán cada vez mejor.

Por lo general, son personas a las que les agrada marcarse objetivos con los que se sientan retados a mejorar.

6. Sentido del humor

Aunque parezca difícil de creer, las personas que cultivan la resiliencia suelen usar el humor y la risa como medicina ante las adversidad. Es decir, prefieren hacer chistes sobre lo ocurrido (siempre que sea oportuno), en vez de lamentarse eternamente por todo lo que salió mal.

7. Gratitud

Aunque lo que se está experimentando sea triste o doloroso, la persona resiliente sabe que tiene muchos motivos para agradecer por estar vivo. Incluso, suelen ser muy agradecidos con aquellos que los acompañan durante su sufrimiento.

8. Empatía

Además de ser personas muy sensibles y asertivas consigo mismas, también lo son son los demás y su sentir. Aunque el dolor no sea de ellos, son capaces de acompañar a alguien que aprecien y ayudarlo a superar la situación.

9. Proactividad

Consideran que tomar la iniciativa es importante, por lo que no esperan a que los demás adivinen sus sentimientos, son claros con éstos y piden ayuda cuando sienten que es necesario. Eso sí, puede que no se sientan muy cómodos al respecto, pero prefieren la compañía que estar solos atravesando el dolor.

10. Responsabilidad

Por lo general, no pierden el tiempo sintiéndose como víctimas, quejándose de la situación o echándole la culpa a otros. Al contrario, se hacen responsables de lo propio y se mantienen activos buscando soluciones o la forma de sentirse mejor con lo sucedido.

Las personas resilientes, en ocasiones, no se dan cuenta de cuánto lo son hasta que recuerdan los momentos difíciles que han tenido que superar. Ahora bien, ¿qué hábitos practican estas personas? Mencionemos al menos 8:

  • Usan el autoconocimiento como arma en la superación.
  • Confían ampliamente en sus capacidades.
  • Asumen el aprendizaje como parte de la experiencia.
  • Ven los acontecimientos desde un punto de vista objetivo.
  • Disfrutan de la compañía de personas positivas.
  • Evitan controlar las situaciones y se enfocan en sus emociones.
  • Escogen ser flexibles ante el proceso de cambio.
  • Son perseverantes y tenaces en su empeño por mejorar.

Gracias a estos hábitos, las personas que cultivan y conocen la importancia de la resiliencia en nuestra vida, logran afrontar cualquier situación con fortaleza.

¿Cómo se aplica la resiliencia en la vida cotidiana?

Llegamos a la aparte más importante de este artículo y es que, las personas que desean cultivar la resiliencia en su vida, deben saber cómo hacerlo de la forma correcta. Por ello, les traemos varios consejos que podrá aplicar cotidianamente. Veamos:

1. Reducir o evitar las fuentes de estrés

Generalmente, a las personas que están experimentando una alta cantidad de estrés, se les dificulta bastante el poder tomar decisiones en frío. Para algunas personas, el estrés es el enemigo principal de la resiliencia, mucho más que el pensamiento negativo.

Para evitar que la intensidad del estrés le gane la partida a la actitud positiva, es importante reconocer la fuente de estrés y reducirla a niveles tolerables.

2. Aprender a adaptarse a cualquier situación

No importa lo grande o pequeña que sea la situación que se experimenta, lo importante es que sepan manejarse frente a ésta y que logren transformar lo necesario. Dicho esto, no es indispensable esperar a que suceda algo extremo para comenzar a desarrollar la capacidad de adaptación.

Para ello, se pueden comenzar a hacer pequeños cambios en la cotidianidad y adaptarse a ellos. De esta manera, cuando llegue un cambio grande, ya estarán familiarizados con el proceso.

3. Cambiar el punto de vista

Aunque parezca increíble, la forma en la que se reacciona a las situaciones adversas genera más problemas que la situación en sí. Además, es importante percatarse de cómo o cuánto nos ayudan nuestras emociones a combatir con el acontecimiento.

Al tener un punto de vista objetivo y pasivo sobre la situación, se puede pensar y reaccionar de la forma correcta, comenzando así el camino de la adaptación o la superación desde el inicio.

4. Cultivar emociones y sentimientos positivos

Por más difícil que parezca y por más que la tristeza, el enojo o el dolor sea intenso, es indispensable que la situación esté enfocada desde las emociones positivas. Esto requiere de mucha fortaleza interior, pero da muy buenos resultados.

Por ejemplo, la gratitud o la serenidad son emociones y sentimientos muy positivos, y permiten desarrollar un alto nivel de resiliencia.

5. Aprovechar los vínculos afectivos más fuertes

Antes mencionamos que una de las características principales era la colaboración y, teniendo en cuenta que los vínculos afectivos fuertes influyen directamente en la capacidad de ser resilientes, es importante que se pueda acudir a éstos cuando se necesite.

No se trata de aprovecharse de su buena voluntad, se trata de no alejar a esas personas que pueden ser un buen apoyo al momento de atravesar por una situación difícil.

En resumen, ¿cuál es la importancia de la resiliencia en la vida diaria? Simple, nos ayuda a adaptarnos a cualquier acontecimiento adverso que experimentemos, y nos permite sentirnos mejor con nosotros mismos durante el proceso de superación. ¿Te consideras una persona resiliente?

Diana Núñez

¡Hola! Mi nombre es Diana, soy Redactor Freelancer desde hace más de 3 años. Me especializo en varios temas, aunque mis preferencias se basan en temas de actualidad. Próximamente estaré en mi propia marca. Conoce más de mi trabajo en mi Portafolio.