¡Alerta mundial! El Banco Mundial nos advierte sobre una "década perdida" que podría afectar el crecimiento económico mundial. Los cambios en la nueva realidad impuestos por la pandemia y la guerra en Ucrania están disipando casi todos los factores económicos que impulsaron el progreso y la prosperidad en las últimas tres décadas. En consecuencia, los pronósticos para la próxima década son cada vez más pesimistas. Según un informe reciente del Banco Mundial, se espera que el crecimiento potencial promedio del PIB mundial disminuya en alrededor de un tercio en comparación con la tasa de la primera década de este siglo, lo que nos lleva a preguntarnos ¿estamos frente a una "década perdida"? La tecnología y la globalización lograron bajar los precios con un aumento de la producción, pero el riesgo sistémico se ha incrementado significativamente. ¿Cómo afectará el retorno al nacionalismo económico a la producción y los precios? Descubre cómo estos cambios podrían afectar el futuro económico mundial.
El envejecimiento de la población está teniendo un impacto significativo en la economía mundial. Por un lado, la disminución de la fuerza laboral y las políticas antimigratorias están creando presiones en el mercado laboral. Por otro lado, los inversores más conservadores están optando por instrumentos de renta fija en lugar de activos riesgosos, lo que afecta los ingresos, la inversión y los salarios.
Además, se están presentando desafíos demográficos, geopolíticos, ambientales, logísticos y laborales, que pueden desencadenar presiones inflacionarias en la próxima década. En particular, el problema energético se está convirtiendo en una preocupación cada vez mayor debido a la falta de inversión en infraestructura de producción.
Es hora de tomar medidas para enfrentar estos desafíos y garantizar una economía sólida y estable para el futuro. ¿Estamos preparados para enfrentar estos cambios?
La desglobalización es un proceso inflacionario que limita nuestra capacidad productiva. Durante la última década, la prioridad fue encontrar lo más económico, lo que llevó a una dependencia excesiva de países como China, Rusia y Ucrania. Sin embargo, la pandemia y la guerra en Ucrania nos han llevado a considerar otros factores y cuestionar esta dependencia.
Además, hay otros factores que limitan nuestro crecimiento potencial, como el endeudamiento, la inflación, el envejecimiento de la población, el aumento del costo del crédito, la escasez de capitales para la inversión, entre otros factores geopolíticos.
Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que surjan más problemas, como una crisis bancaria o una recesión, que reduzcan aún más nuestra productividad. Sin embargo, la tecnología es uno de los factores que pueden salvar el día. La tecnología es deflacionaria en esencia, ya que nos hace más productivos. Por ejemplo, los avances en las energías alternativas pueden solventar el problema energético, mientras que la inteligencia artificial, la robótica y la automatización pueden reducir costos en diversas áreas.
La tecnología es un factor clave en la lucha contra el estancamiento económico, ya que puede impulsar la productividad y reducir los costos. Sin embargo, para que esto ocurra, es necesario invertir en investigación, innovación y desarrollo. Lamentablemente, el sector tecnológico se ha visto afectado por la caída de los ingresos, lo que ha llevado a recortes y falta de inversión en nuevas tecnologías. Como resultado, muchas empresas de tecnología están en modo supervivencia y no tienen la capacidad de invertir en el futuro.
El Banco Mundial advierte sobre la posibilidad de una "década perdida" para el periodo 2022-2030, lo que significa un prolongado estancamiento económico con un crecimiento anual promedio que podría ser la mitad o menos del promedio de las últimas décadas. Esta situación podría traducirse en un movimiento lateral eterno en los mercados financieros, donde los precios suben y bajan, pero respetando una tendencia lateral en el largo plazo.
Aunque la idea de una "década perdida" puede resultar difícil de aceptar, es una posibilidad real debido a las condiciones actuales. Si bien no hay certeza, hay señales preocupantes. Por lo tanto, es importante prestar atención a los riesgos y estar preparados para enfrentar cualquier eventualidad. Para evitar una "década perdida", es crucial invertir en tecnología y fomentar la innovación, incluso en tiempos difíciles.