Amar a alguien hasta olvidarse de amigos y familiares por completo es un problema común de las relaciones afectivas que eclipsan y ahogan. Por lo general, la pareja forma parte de un universo reducido entre dos, en el que los demás no tienen importancia ni relevancia.

Este tipo de experiencia, conocida como amnesia de identidad en las relaciones, suelen hacernos entrar en un vínculo dependiente y tóxico, en el que la pareja es la única persona que realmente nos importa. Veamos más sobre este interesante concepto. ¡Sigan con nosotros!

Un universo reducido entre dos que puede terminar muy mal

De manera muy resumida, la amnesia de identidad en las relaciones se entiende como un fenómeno psicológico en el que la persona afectada comienza a minimizar su propia voluntad, relegando todas las decisiones a su pareja, incluidas las personales.

Dentro de ello, la intensidad que siente el amnésico por la pareja es tan grande, que se vuelve la única persona importante de su vida, y es capaz de olvidarse de amigos y familiares por completo, más aun si estos no aceptan a su pareja.

Dicho esto, la prioridad para el amnésico siempre será su pareja, incluyendo su bienestar, gustos y preferencias, por lo que los intereses propios pasan a estar en segundo plano.

¿Cómo sucede este fenómeno?

Deriva de las relaciones afectivas que eclipsan y ahogan, en el que el “nosotros” se vuelve la dinámica relevante de la relación y el amnésico se olvida completamente de quién es, de dónde viene y hacia dónde va.

En vez de crearse un espacio de acuerdos en conjunto, la identidad y las necesidades individuales del amnésico son eliminadas, dando paso a las de su pareja por encima de cualquier cosa.

Por lo general, este es un fenómeno desarrollado por la persona afectada a lo largo de sus relaciones pasadas, y puede empeorar en la relación presente al no ser conscientes de ello. Sin embargo, también se da en casos en que la pareja es sumamente manipuladora y la persona es sumisa, por lo que permite que la dominen en todos los aspectos de su vida.

En este sentido, no existe un equilibrio psicológico en la persona, y todo se resume a lo que hace y dice su pareja. De hecho, se trata de una falsa ilusión que se reimagina como el concepto de felicidad.

¿Cómo puede evitarse?

Este universo reducido entre dos, por demás enfermizo, puede evitarse al ser conscientes de quienes somos y lo que buscamos de una relación amorosa. Se sabe que las personas necesitamos crear vínculos con los demás para ser felices, pero esto no significa que debamos ser dependientes de ellos.

Según los estudios, este fenómeno comienza a desarrollarse al inicio de una relación de pareja, en la que deseamos ser complacientes y atraer cada vez más al ser amado. Si durante este inicio se hace muy fácil olvidarse de amigos y familiares, es momento de detenerse y pensar en lo que estamos haciendo.

Además, es importante recordar que el amor debe darnos alas para volar y desarrollarnos en cualquier aspecto que queramos, y que las relaciones afectivas que eclipsan y ahogan suelen ofrecer grilletes que nos mantienen atrapados. ¡Debemos salir de ese círculo problemático a toda costa!

En resumen, la amnesia de identidad en las relaciones puede evitarse con esfuerzo, autocontrol y mucho amor propio, trabajando en el “yo” y sin olvidarnos de nuestra propia identidad.

La libertad de pensamiento en la relación es fundamental para vivir un amor saludable y respetuoso.