Hacer cosas que no queremos hacer, tan solo por complacer a los demás, es algo que nos desgasta mucho, por lo que debemos aprender cómo decir no elegantemente y sin sentir ningún tipo de culpa. Muchas veces decir no también es una respuesta positiva, ya que deja claro cuáles son nuestros límites y nos ayuda a mantener nuestro amor propio intacto.
Saber cómo decir no sin decir no es una buena forma de mantener nuestras relaciones en equilibrio, ya que aquellos a quienes no podemos ayudar no se sentirán ignorados y nosotros no nos sentiremos presionados de ninguna forma. Además, si sabemos cómo decir no a una persona insistente, podremos hacer lo mismo con cualquier tipo de persona. Entonces, ¿quieren aprender cómo decir que no a la gente? ¡Continúen en este articulo!
¿Por qué debemos aprender cómo decir que no a la gente?
Suele pasar que, cuando alguien nos pide un favor, decimos que sí sin pensar en las consecuencias, si tendremos las capacidades necesarias o si podremos cumplir con el favor, haciendo que finalmente nos sintamos frustrados al no poder realizarlo. Asimismo, también puede pasar que no sepamos cómo decir que no a la gente por temor o que lo digamos demasiado rápido, pudiendo cumplir con lo pedido. En cualquiera de los casos, solemos sentirnos insatisfechos y con culpa al final del día.
Ahora bien, ¿por qué es importante saber cómo decir no elegantemente y sin sentir culpa? Pues porque esto nos ayudará a poner un límite claro entre lo que estamos dispuestos a hacer y lo que no, de manera que no sintamos que estamos dejando nuestro respeto propio a un lado, así como también dejamos claro que no estamos abiertos a las solicitudes de todos. De esta forma, nos mostramos con una seguridad y firmeza necesarias para evitar la manipulación de otros.
Además, siempre que algo no nos convenga, por más fácil o adecuado que parezca ser, es mejor dar una respuesta negativa haciendo caso a lo que sentimos y queremos en realidad. Para ello, es importante aprender cómo decir no sin decir no, sonando tan respetuosos y amables como podamos, y decidiendo con libertad.
Al final, decir no también es respuesta a lo que pensamos sobre lo que nos han pedido hacer.
¿Cómo decir que no elegantemente y sin ser maleducados?
En la mayoría de las ocasiones, saber cómo decir no sin decir no es más sencillo de lo que parece, y no necesitaremos recurrir a ningún tipo de mentira, excusa o explicación extensa para ser firmes en lo que no queremos hacer. Para saber cómo hacerlo de la forma adecuada, hoy conocerán 6 formas eficaces para lograrlo:
- Con un cumplido: Lo primero será empatizar con la persona a través de un cumplido, ya sea de ella misma o de la oferta que nos ofrece. Ejemplo: Es una buena oferta, pero en este momento no estoy interesad@; Gracias por la oportunidad, la tendré en mente.
- Con una alternativa: Si no podemos ayudar con lo que nos piden, podemos ofrecer una alternativa que se ajuste más a lo que sí podemos hacer. Ejemplo: Hoy no puedo quedarme turno completo, pero mañana con gusto.
- Con una opción: Esta forma es similar a la anterior, aunque difiere en que no haremos esperar a la otra persona, y le haremos ver que no estamos disponibles. Ejemplo: Gracias por la invitación, pero mi agenda está llena esta semana.
- Con una explicación: A todos nos gusta que nos den una explicación tras una negativa, por lo que tomarnos el tiempo de darla, de forma educada, nos ayudará en un futuro. Ejemplo: Con gusto te ayudaría con la mudanza; sin embargo, hoy tengo un compromiso que no puedo postergar.
- Con una contraoferta: Se trata de una negociación, donde parte del favor solicitado recae en la persona que lo pide, dejándonos más libertad a nosotros. Ejemplo: Con gusto te ayudo con tu ensayo, pero haz la investigación previamente.
- Con un NO rotundo: A veces, un no rotundo es la forma más fácil de saber cómo decir no a una persona insistente, de forma que evitemos sentirnos presionados. Ejemplo: No puedo, quizá en una próxima ocasión; La invitación es buena, pero necesito un descanso.
Con la rutina tan acelerada que muchos llevamos en el día a día, existen ocasiones en las que necesitamos negarnos a hacer algo que no queremos, antes de sentirnos obligados por haber dicho que sí sin pensar. Por ello, vale más aprender cómo decir que no a la gente sin sentir culpa, antes de decir que sí para agradar.
Y es que sí, en la mayoría de las ocasiones solemos aceptar hacer un favor porque queremos sentirnos útiles, por miedo a parecer groseros, por ser agradables, por evitar conflictos, por no perder oportunidades o por no arruinar una relación.
En pocas palabras, son muchas las razones que nos impulsan a decir que sí ante una solicitud, pero éstas no deben estar por encima de lo que realmente importa: nosotros mismos. Y recuerden, decir no también es respuesta, concisa y adecuada, con lo que queremos.