¿Les ha pasado que están ante una ruptura amorosa y no saben cómo romper con la pareja? Existen formas adecuadas de poner fin a una relación, donde predomine el respeto por los sentimientos ajenos; sin embargo, muchos optan por las rupturas por mensaje de texto, sin pensar en los efectos de una mala ruptura amorosa. ¡Sigan leyendo para conocer diversas opiniones al respecto!
¿Cómo se debe llevar a cabo una ruptura amorosa eficaz?
Se ha puesto muy de moda el terminar una relación por mensaje de texto o llamada telefónica, evitando por completo el contacto físico con la pareja. Muchos se preguntarán, ¿cuál es la necesidad de hacer esto cuando se lleva una relación larga? ¿Por qué no tener la valentía de hablarlo en persona?
Cuidar la forma en la que se lleva a cabo la ruptura, aunque no se sepa cómo romper con la pareja, es muy importante. No obstante, hay que tener algo muy en cuenta: La mejor forma para una persona no siempre tiene que ser la mejor forma para la otra persona. Dicho esto, si la persona que termina está acostumbrada a terminar por mensaje, la persona dejada es quien debe lidiar con lo que está sintiendo. Cada quien debe lidiar con sus propios sentimientos.
Veamos un ejemplo: Una chica tenía planes de boda con su pareja, con el que tenía 3 años de relación. Un día el novio le fue infiel y le mandó un mensaje con el texto “esto ya no funciona”, a un mes de la boda. La chica quiso obligar al joven a que le diera la cara, pero él nunca se presentó. ¿A qué se debe esto? A que la forma natural del muchacho es esa, romper en la lejanía.
Aunque se trata de una situación complicada, debemos tener en cuenta que este tipo de cosas no dependen de una sola persona. En este ejemplo particular, la muchacha no estaba al tanto de cuál sería la reacción de ambos al verse para terminar, y quizá hubiesen terminado en peores términos. No podemos esperar que los demás actúen como nosotros actuamos.
Veamos un segundo ejemplo: Las personas que son 0 asertivas. En una ruptura es importante tener tacto y no ser impulsivos. Aunque nos gane la adrenalina y el enojo, no podemos simplemente soltar lo primero que se nos viene a la mente sin pensar en los efectos de una mala ruptura amorosa. En estos casos, cuando no se pueden controlar las emociones, a veces la mejor forma es terminar desde la distancia.
Ahora bien, si bien es cierto que no existe una fórmula secreta para terminar con alguien y que las formas adecuadas de poner fin a una relación son relativas para cada quien; también es cierto que se debe tener un mínimo de respeto y comunicación con la otra persona. Para muchas personas, terminar cara a cara las ayuda a cerrar el ciclo y comenzar uno nuevo tiempo después.
En la realidad, cada persona tiene su ideal o forma adecuada y, según sus términos, saben cómo romper con la pareja. Por ello, cada persona debe trabajar con lo que tiene y con lo que es responsabilidad suya, culminando el cierre cada quien por su lado.
¿Qué pasa cuando buscan arreglar la relación?
Algunas personas no aceptan la ruptura amorosa al momento y usan el “hablemoslo en persona” para intentar recuperar lo perdido. Sin embargo, esta “táctica” puede dejarlos a ambos más lastimados de lo que ya estaban antes de verse. Aferrarse no es nada bueno, aunque esto no debe confundirse con tener una relación desechable.
¿Cómo diferenciar el momento de luchar y el momento de soltar? Todos sabemos el estado de nuestras relaciones y sabemos qué nos hace sentir bien o mal; por ello, debemos escoger lo que es mejor para nosotros, hablar cuando se tenga que hablar y dejar ir cuando se deba dejar ir.
También es importante destacar que, en ocasiones, las rupturas no caen del cielo. Las relaciones amorosas se desgastan y quebrantan con el tiempo, y es responsabilidad de ambas partes mantenerla unida. Si existe una situación que lleve a la ruptura, lo ideal es hablarlo antes de que sea tarde.
¿Y la relación con la familia de la ex pareja?
Una situación que puede complicarlo todo es la relación que se tiene con la familia de la ex pareja y viceversa, ¿qué pasa con ese vínculo? Dependiendo del tipo de relación, la solución es una u otra; es decir, si se trata de una relación de novios, lo ideal es cortar todo vínculo con la familia.
En cambio, si se trata de una relación de esposos con hijos, el vínculo entre los hijos y ambas familias no debe cortarse, y el contacto siempre estará presente. A veces se trata de diferenciar las situaciones en las que se quiere involucrar. Además, los efectos de una mala ruptura amorosa no deben llegar a los niños, ya que son ajenos a las decisiones de sus padres.
Al final, la conclusión es que cada cabeza es un mundo y que las formas adecuadas de poner fin a una relación existen, pero depende de cada quien cómo las use y las interprete. Lo importante es tener tacto y ser claros al momento de una ruptura amorosa.