Existen personas que tienen un exceso de importancia sobre sí mismas que los lleva a anteponer la necesidad de reconocimiento de manera constante, haciéndolos escribir o hablar excesivamente de sí mismos y alimentar un autoconcepto extremadamente positivo.
En el egotismo se produce una sobreestimación de los rasgos físicos e intelectuales de la persona, y aunque parece similar al egoísmo, se trata de un concepto diferente. Veamos de qué trata esto y cómo se desarrolla a nivel social e individual en quien lo tiene. ¡Vamos a allá!
¿Qué es el egotismo? Características y desarrollo de esta tendencia
Las personas egotistas suelen creen que tienen más cualidades positivas de las que poseen realmente, por lo que evidencian un exceso de importancia y amor propio que puede llegar a ser enfermizo. Por lo general, estas personas viven hablando de sí mismas, de lo buenas que son en alguna actividad, de lo agraciados que son, se ponen a ellos como prioridad, etc.
Esto se debe a que anteponer la necesidad de reconocimiento es lo más importante para ellos: las demás personas no son ni tan buenas ni tan hermosas ni tan importantes como ellos; de hecho, ni siquiera las consideran. Aunque suele confundirse con el egoísmo y el narcisismo, lo cierto es que se trata de una tendencia un poco diferente.
¿Por qué? Porque el egoísta antepone sus deseos por encima de los demás, y el narcisista necesita ser halagado y admirado por otros de forma constante. El egotista simplemente se jacta de lo que cree que es, no necesita que cumplan sus deseos y tampoco requiere de elogios para vivir.
Saber cómo se desarrolla a nivel social e individual esta tendencia ayuda a comprenderla mejor; pero antes, hablemos de las características mas resaltantes de estas personas:
1. Exageración del autoconcepto
El egotismo hace que la persona tenga un nivel alto de confianza en sí misma. Debido a esto, no busca que la halaguen constantemente, ya que sabe lo bueno que es en todo lo que hace y dice; y las críticas son ignoradas o tomadas como envidia, celos o falta de información.
Asimismo, tiene la tendencia de creer que sus experiencias y consejos son los únicos que tienen valor, y nunca se equivocan.
2. Falta de responsabilidad y compromiso
Relacionado a lo anterior, el egotista es capaz de culpar a otros por sus propias acciones cuando algo sale mal, y no asumen nunca la responsabilidad.
Además de esto, nunca realizan una acción que no les beneficie o que no los ponga en el centro de atención de los demás. Esto genera un conflicto interno, ya que ellos esperan ser considerados en la invitación de un evento, pero no asisten al mismo si no les interesa.
3. Falta de sensibilidad y empatía
No solo se trata de una incapacidad para entender las emociones de los demás, es que simplemente no les importa. Los egotistas no se preocupan por lo que les sucede a otros, solo se preocupan por su propio bienestar.
En este sentido, al encontrarse con una persona que habla sobre sus problemas, sentirán que ésta les está robando protagonismo y ni siquiera intentarán comprender su situación.
4. Exceso de importancia
Para la persona egotista, ser el centro de atención es lo único que importa, por lo que siempre intentará desviar la conversación hacia sí misma y hacia sus experiencias, ideas y opiniones.
Por lo general, siempre buscan la forma de que sus historias personales sean el tema de conversación, incluso cuando el grupo o la otra persona esté hablando de algo completamente diferente.
¿Cómo se desarrolla a nivel social e individual?
A nivel individual, los rasgos egotistas son comunes en los bebés que están en crecimiento: debido a la atención que necesitan y se les brinda, desarrollan un pensamiento autocentrado. Posteriormente, en la niñez comienzan a desarrollar su propio autoconcepto; si éste es alimentado sin control, gradualmente adquieren un positivismo extremo sobre sí mismos.
Cuando el niño es integrado con otros niños, comienza a desarrollar habilidades sociales y se enfrenta a la realidad: identifican para qué son buenos y para qué no. De esta manera, el autoconcepto se regula a algo aceptado socialmente.
A nivel social, el adolescente comienza a experimentar el choque de realidades con los demás adolescentes de su círculo. Esto puede llevar a que desarrolle un egotismo defensivo; si el joven se enfrenta a la crítica negativa constante por parte de sus compañeros, comienza a compensarse con pensamientos excesivamente positivos sobre sí mismo.
Ya en la adultez, su sobreestimación excesiva es algo normal, tanto que no son conscientes de ello, por lo que anteponer la necesidad de reconocimiento es algo tan común como respirar.
Lamentablemente, nuestra sociedad hace que las personas seamos cada vez más críticas y menos comprensivas con los demás, por lo que las personas egotistas abundan en demasía. ¿Qué les pareció este concepto?