Los estereotipos de género han logrado que los hombres se cierren a sus propios sentimientos y emociones durante años, mermando muchas veces la confianza en sí mismo y la apertura con sus parejas amorosas, amigos, colegas y familiares.
Asimismo, la creencia sobre que expresar sentimientos y mostrar vulnerabilidad es exclusivo de las chicas, hace que la represión emocional en los hombres sea cada vez más fuerte y “normal” en nuestra sociedad.
Veamos qué se sabe sobre la emocionalidad de los hombres y su represión. ¡Sigan leyendo!
¿Como es considerada la emocionalidad de los hombres en la sociedad?
Aunque ellos pueden llegar a ser tan empáticos, sensibles, sentimentales y vulnerables como las mujeres, la represión emocional en los hombres es visto, desde tiempos inmemorables, como algo necesario y normal. ¿Por qué? Sencillamente, porque las emociones y sus expresiones son vistas como un símbolo de debilidad, algo que un hombre no puede ni debe permitirse.
Desde tiempos antiguos, los estereotipos de género han logrado establecer conductas, creencias y formas de pensar limitantes, y lo que se sale de estas concepciones es considerado como algo extraño o incluso inexistente, derivando así en la discriminación.
Debido a esto, el expresar sentimientos y mostrar vulnerabilidad se convirtió en una conducta común entre mujeres, y un comportamiento extraño entre hombres.
En resumen: las mujeres son débiles y los hombres son fuertes, fin. No obstante, esto está muy alejado de la realidad.
Entonces, ¿qué sucede con la emocionalidad de los hombres? ¿Acaso son incapaces de experimentar sentimientos y emociones? No, más bien es todo lo contrario, y esto se demostró con un estudio publicado en la revista científica Nature, llevado a cabo por la Universidad de Purdue y la Universidad de Michigan, ambas ubicadas en Estados Unidos, a cargo de la doctora Adriene Beltz.
El estudio se basó en monitorear y registrar el estado de ánimo de 142 mujeres y 142 hombres durante 75 días, de manera que se pudieran determinar las fluctuaciones emocionales y la estabilidad de ambos géneros.
Gracias a los resultados, la doctora Beltz pudo determinar que no existen diferencias significativas entre hombres y mujeres, biológicamente hablando, sobre la posibilidad de experimentar emociones. Dicho esto, los hombres logran ser tan emocionales como las mujeres.
Sin embargo, debido a la represión emocional en los hombres, ellos manejan mucho peor las rupturas afectivas y pueden llegar a padecer de ansiedad o depresión luego de una. En algunos casos, se muestran incluso más tristes y angustiados al término de una relación, sea ésta de cualquier índole.
Por si fuera poco, la sociedad nos educa sobre que “los hombres no lloran”, ya que las lágrimas pertenecen al sexo débil (las chicas). Gracias a este prejuicio y a los estereotipos de género, el hombre considera algo normal el no expresar sus emociones libremente, y solo lo hace cuando se siente completamente en confianza o está solo.
Y a pesar de estar capacitados para experimentar sentimientos de todo tipo, expresar emociones y mostrar vulnerabilidad no es para nada una necesidad; al contrario, se podría convertir en un problema grave de falta de masculinidad, por lo que prefieren contener o disimular lo que sienten. Lo cierto es que esta conducta los lleva a ser pésimos gestionando las emociones.
Ahora que sabemos que la emocionalidad de los hombres realmente existe y es común, solo queda decir que los seres humanos procesamos nuestra realidad de diferentes formas; y que expresar los sentimientos permite entrenarnos para situaciones similares a futuro, convirtiéndose en una herramienta que nos ayuda a superar las cosas de la forma adecuada. Si eres hombre, ¡no te reprimas y deja salir tu sentir!