La historia de la batería con la mayor autonomía del mundo es realmente sorprendente. La Oxford Electric Bell, como se le conoce, ha estado en funcionamiento continuo durante más de 175 años. Su larga vida útil la ha llevado a ser inscrita en el libro récord de los Guinness como la batería más duradera del mundo.
Dicho experimento está compuesto por dos campanas y una batería de pila seca y entre las dos campanas, hay una esfera de metal oscilante que se mueve de atrás a adelante, produciendo un leve sonido que se ha escuchado aproximadamente 10 mil millones de veces. Aunque después de 175 años, el voltaje que produce la batería es tan insignificante que apenas produce sonido, todavía se puede observar el movimiento casi imperceptible de la bola.
En una época en la que la durabilidad de los productos es cada vez más breve, resulta impresionante que una batería de hace siglos siga funcionando. No solo la Oxford Electric Bell es un ejemplo, sino también el primer panel solar moderno que sigue siendo funcional después de 60 años.
Este experimente se encuentra en el Laboratorio Clarendon de la Universidad de Oxford y fue construido en el año 1840 por Watkin y Hill, posteriormente fue comprado por Robert Walker, un profesor de física. La esfera suspendida entre las dos campanas tiene un diámetro de 4 mm y perpetuamente alterna entre las campanas por medio de una fuerza electrostática y la producción de una frecuencia de oscilación de 2 Hercios.
Lo más interesante y misterioso del experimento es la composición interna de las baterías de pila seca. Se sabe que se han recubierto con una capa aislante de azufre fundido con el fin de protegerlas contra el daño atmosférico (es decir, la humedad) y se conectan en serie en la parte baja de las dos campanas. Pero poco se sabe de su interior. El secreto de este aparato podría ser descubierto mirando dentro de la pila del dispositivo, sin embargo la Universidad aun no toma acciones debido a que podría afectar el funcionamiento del experimento.
Se cree que el interior de la pila de este artefacto guarda relación con la famosa batería creada por Giuseppe Zamboni en el año 1812, lo cual da una referencia de cómo podría estar compuesta la pila del Oxford Electric Bell, sin embargo esto tendría que comprobarse para lograr replicar este sistema.
Aunque el timbre eléctrico de la Oxford Electric Bell todavía suena en Oxford, es apenas audible. Ahora está encerrado en un frasco de vidrio para su protección. En un vídeo, se puede ver en detalle el experimento y apreciar su belleza.
La Oxford Electric Bell es uno de los tres experimentos más longevos de la historia. Los otros dos experimentos más antiguos son el Beverly Clock, funcionando desde 1864 y el Experimento de la Universidad de Queensland, que ha estado en funcionamiento desde 1927. Estos experimentos son testimonio de la resistencia y durabilidad de la tecnología antigua y de la importancia de preservar y cuidar nuestras innovaciones científicas a lo largo del tiempo.
La Oxford Electric Bell sigue siendo un objeto de estudio y fascinación para los científicos y el público en general. Además de su récord Guinness, la campana ha sido objeto de diversas investigaciones y experimentos para comprender mejor su funcionamiento y composición interna. Incluso ha sido utilizada como ejemplo en la enseñanza de la física y la química a estudiantes de todas las edades.
La historia de la Oxford Electric Bell es un recordatorio de la capacidad de la humanidad para crear tecnologías duraderas y resistentes, y de la importancia de seguir investigando y desarrollando nuevas soluciones sostenibles y amigables con el medio ambiente. Quizás en un futuro no muy lejano, los científicos puedan desvelar el misterio de la batería de pila seca y aprender de sus componentes para crear nuevas formas de almacenamiento de energía que sean igualmente resistentes y eficientes.