Los Trastornos de la Conducta Alimentaria son más comunes de lo que se cree y, en busca de superar los problemas asociados con la alimentación, se ha desarrollado una nueva disciplina que ha ganado bastante popularidad en los últimos años.
Se trata de la psiconutrición. Veamos a qué se refiere éste término y cuál es el papel de la psicología y la nutrición para mejorar la vida de aquellos que padecen estos trastornos alimenticios. ¡Continúen leyendo!
¿De qué trata la psiconutrición y por qué es popular?
Básicamente, se trata de la unión de la psicología y la nutrición en una única disciplina en el campo de la salud general; desarrollada para que ambas trabajen en conjunto y en pro de erradicar los malos hábitos de alimentación que están relacionados a algún problema de salud mental.
Un ejemplo de ello son los Trastornos de la Conducta Alimentaria, mejor conocidos como TCA, que consisten en hacer dietas poco saludables o tener hábitos alimenticios dañinos, y están vinculados directamente a problemas emocionales.
Asimismo, esta disciplina está enfocada también en el estudio de la influencia social sobre los problemas asociados con la alimentación; por ejemplo, cómo la imagen corporal afecta a las personas que sufren de anorexia o bulimia.
Dicho esto, la psiconutrición aborda los factores emocionales o psicológicos que conllevan a la mala alimentación, así como el tratamiento necesario para alcanzar una buena nutrición.
¿Cuál es el papel de la psicología y la nutrición por separado?
El psicólogo es quién se encarga de analizar e identificar los problemas asociados con la alimentación, y los procesos mentales y emocionales que influyen en la conducta alimentaria del paciente. Posteriormente, ofrece herramientas para gestionar los problemas de salud mental y ayuda al paciente en su proceso de cambio.
Estas herramientas ayudan al paciente a ser consciente sobre su comportamiento y las consecuencias de continuarlo.
Por su parte, el nutriólogo se encarga de informar al paciente sobre los beneficios de una alimentación saludable, además de desarrollar las estrategias necesarias para mejorar los hábitos alimenticios. Dentro de ello también se encuentra el análisis de peso y contextura del paciente, para dotarlo de una dieta específica a sus necesidades nutricionales.
Finalmente, el paciente podrá optar por una mejor calidad de vida al conocer los alimentos que debe consumir, y las cantidades y repeticiones correctas.
Es importante destacar que, para trabajar en los Trastornos de la Conducta Alimentaria, es necesario que el psicólogo y el nutriólogo estén en constante contacto. Esto ayudará a que ambos trabajen en la mejoría del paciente, enfocándose en los mismos objetivos.
En resumen, el fin de la psiconutrición es mejorar la salud física y mental de las personas que poseen algún problema o trastorno alimenticio relacionado a sus emociones o padecimientos psicológicos. ¿Te interesa visitar esta consulta?