¿Alguna vez han experimentado un estado de cansancio que se produce después de la interacción social? Esto es el producto común de un exceso de socialización, cuando conectarse constantemente con las personas es una actividad normal.
Para algunas personas, la tensión de la socialización puede llevar a lo que se conoce como el agotamiento emocional y la despersonalización. De esto se trata precisamente la resaca social. En este artículo profundizaremos en este concepto, sus síntomas y causas principales. ¡Sigan leyendo!
¿Cuáles son las causas y síntomas de la resaca social?
Para el ser humano es muy difícil vivir sin comunicación con otros, ya que es parte de nuestra naturaleza y puede afectarnos negativamente cuando carecemos de contacto social; sin embargo, como todos los extremos son malos, el exceso de socialización también es negativo.
¿Por qué? Porque puede generar un estado de cansancio que se produce después de la interacción social, especialmente cuando ésta es mantenida constantemente. Esto se debe a los recursos que nuestro cerebro consume durante la interacción, además de que la tensión de la socialización también complica las cosas.
Asimismo, conectarse constantemente con las personas, aunque para muchos es una de las mejores experiencias, para otros puede ser algo difícil, sobre todo si se trata de personas introvertidas o asociales.
Al final, el agotamiento emocional y la despersonalización no son una sorpresa para aquellos que experimentan la resaca social.
Y a propósito de este concepto, aunque no se trata de un síndrome reconocido a nivel médico, sí ha sido experimentado por muchas personas en el mundo. Básicamente, se entiende como un estado de cansancio físico, emocional y mental que se produce cuando pasamos mucho tiempo socializando con otras personas.
¿Cuáles son sus síntomas?
Se denomina como resaca porque la mayoría de sus síntomas son similares a los de este estado. Dicho esto, podemos experimentar irritabilidad y apatía extremas; sentimos dolor de cabeza o muscular debido a la tensión de la socialización.
Asimismo, también es común para algunos sentir que los movimientos se ralentizan y que procesar la información se hace cada vez más complicado.
Por si fuera poco, para las personas introvertidas o las que se preocupan mucho por su autoconcepto y cómo los ven los demás, también pueden aparecer síntomas de estrés, ansiedad y agitación física tras conectarse constantemente con las personas.
En pocas palabras, se trata de una experiencia que, en vez de ser enriquecedora, se convierte en algo agobiante, que nos mantiene de mal humor y letárgicos.
¿Y cuáles son sus causas?
Como mencionamos anteriormente, el estado de cansancio que se produce después de la interacción social no es considerada como una condición médica que se diagnostique, pero si está relacionada a otras condiciones. Un ejemplo de ello son el agotamiento emocional y la despersonalización.
El primer concepto hace referencia a la sobrecarga mental y a la reducción de los recursos emocionales; mientras que el segundo concepto se relaciona a la disociación o desconexión de nuestro entorno, por lo que pensamos negativamente del mismo.
Además de esto, también existen factores internos y externos que favorecen la aparición de la resaca social. Entre ellos están:
1. Exceso de socialización
Aunque ser sociable es parte de nuestra naturaleza, hacerlo en exceso puede ser contraproducente, aunque no podamos ver los síntomas al momento. Si existe un desbalance entre el tiempo que pasamos con nosotros mismos y el que pasamos con otros, es bastante posible que experimentemos los síntomas de la resaca posteriormente.
Además es importante recordar que las personas introvertidas y las extrovertidas tienen necesidades distintas de socialización; lo que es algo normal para unos, puede ser extralimitante para otros.
2. Introversión
Los introvertidos tienden a sentirse agotados al conectarse constantemente con las personas, ya que socializar suele ser una actividad exigente para ellos. Por lo general, esta personalidad hace que las personas disfruten de pasar tiempo consigo mismas y que sean propensas a la introspección, por lo que no cuentan con tantas habilidades sociales como las personas extrovertidas.
Además, usan la reflexión como una forma de recuperar su energía, por lo que necesitan dividir su tiempo disponible para sí mismos para compartir con otros.
3. PAS (Persona altamente sensible)
La alta sensibilidad de estas personas las hace propensas a sentir en extremo cualquier cambio de su entorno, y socializar las desgasta incluso más rápido que a las personas introvertidas. Como son tan receptivos, una gran cantidad de estímulos logra saturar a su sistema nervioso y la tensión de la socialización hace estragos.
Para ellos, los sentidos como la visión, el oído y el tacto reciben información de forma más intensa, además de que captan el lenguaje no verbal y entienden las emociones de otros con mayor facilidad, por lo que necesitan mayores recursos de procesamiento que el resto de personas.
4. Desmotivación
El agotamiento emocional y la despersonalización pueden sentirse con mayor facilidad para aquellos que se sienten desmotivados, ya que no tienen mucho interés por socializar, pero aun así se sienten obligados a hacerlo, esforzándose más que los demás.
Además, el no poder disfrutar de la compañía de otros maximiza los síntomas de la resaca, en especial si esas otras personas son excesivamente emocionales y no contamos con los recursos suficientes para lidiar con sus sentimientos en el momento.
Además de todo esto, las condiciones psicológicas, como la depresión o la hipervigilancia, también son determinantes para que una persona experimente un exceso de socialización, incluso durante períodos cortos.
En conclusión, entrar en el estado de cansancio que se produce después de la interacción social es normal cuando excedemos la cantidad de tiempo y de personas con las que socializamos, incluyendo el hecho de experimentar aquellos factores de incidencia. ¿Han sentido la resaca social alguna vez?