Ir a terapia está muy estigmatizado y suele ser un tema de conversación que se rehúye; sin embargo, los psicólogos ofrecen estrategias de gestión emocional y de autorregulación comportamental que nos permiten hacer frente a múltiples obstáculos en la vida diaria.
Además, muchas personas sufren de alteraciones emocionales y mentales y no les dan la importancia que merecen. Dicho esto, ¿te preguntas cómo saber si necesitas un psicólogo? Pues, aquí te contamos los motivos más importantes. ¡Sigue leyendo!
Razones para ir a terapia si quieres hacer frente a múltiples obstáculos
A pesar del estigma social que recae sobre la psicología, lo cierto es que ir a terapia nos dota de diversas estrategias de gestión emocional y de autorregulación comportamental que nos permiten manejar las distintas experiencias que vivimos día a día, en especial las que logran sacarnos de nuestra estabilidad.
Además, no todos contamos con maneras adecuadas de resolver las alteraciones emocionales y mentales, por lo que podemos empeorar una situación de por sí extenuante.
Entonces, ¿Cómo saber si necesitas un psicólogo? Hablaremos de los problemas más urgentes que requieren de asistencia psicológica y si sufres de alguno de ellos, es innegable que necesitas acudir a terapia pronto. Veamos cuáles son:
1. Alteraciones emocionales
Conocido en el ámbito psicológico como trastorno del estado de ánimo, se trata de cambios bruscos en las emociones que afectan considerablemente a la persona.
Dentro de ello se entiende la depresión, que es un estado de tristeza y desesperanza intensa; así como el trastorno bipolar, que se entiende como la alternancia entre episodios maníacos (excesiva excitación) y depresivos.
2. Problemas de ansiedad
Es considerado como uno de los mayores obstáculos, ya que la persona que la padece experimenta síntomas físicos y psicológicos que la mantienen inquieta, preocupada y angustiada durante mucho tiempo.
Dentro de ello se encuentran varios trastornos: de pánico, obsesivo-compulsivo y de estrés postraumático, además de las fobias y la ansiedad social y generalizada.
3. Baja autoestima y autosaboteo
Aunque no es considerado como un trastorno psicológico, sí produce diversas alteraciones emocionales y mentales sobre el autoconcepto, generando limitantes sobre la propia estimación. Por lo general, conllevan al autosaboteo en las relaciones.
4. Problemas de adicción
Puede abarcar tanto a las sustancias químicas, como las drogas, el alcohol o el tabaco; así como los comportamientos impulsivos, como las apuestas y las obsesiones.
Aunque afectan considerablemente la estabilidad emocional, la salud física es la que se ve mucho más comprometida en una persona adicta.
5. Falta de habilidades sociales
Algunas personas presentan mayores dificultades para socializar y establecer relaciones con los demás, ya sea porque carecen de ciertas habilidades sociales importantes, o porque tienen problemas interpersonales o sufren por el miedo a la intimidad.
6. Exceso de estrés
La vida diaria es estresante para muchos, pero tener un exceso de estrés es considerado como un problema mayor que puede afectar negativamente la salud mental y física. Además, puede derivar fácilmente en trastornos alimenticios o ansiedad.
7. Crisis existencial
Experimentar un cambio abrupto de la realidad, ya sea por razones laborales o familiares, puede desencadenar una crisis existencial, en la que la persona se siente desorientada e incapaz sobre el control de su propia vida, además de que pierde el sentido de la vida y se desespera.
8. Problemas alimentarios
Conocidos como trastornos de la conducta alimentaria, engloban todo lo relacionado a la bulimia (comer y vomitar), la anorexia (no comer nada), la vigorexia (carencia o exceso de nutrientes) y el trastorno por atracón (comer impulsivamente), y ponen en peligro la salud mental y física de la persona.
9. Dificultar para dormir o insomnio
Los trastornos del sueño se caracterizan por hacer que la persona padezca de cansancio crónico, al no contar con patrones de sueño equilibrados. Por lo general, las estrategias de gestión emocional y de autorregulación comportamental son ideales para tratar el problema.
La falta de sueño puede derivar en estrés y ansiedad.
10. Experiencias traumáticas
Los desastres naturales, los accidentes de tráfico, el acoso, la violencia y los abusos son solo algunos ejemplos de experiencias que pueden derivar en traumas para toda la vida. Al recordarlos, la persona puede paralizarse, experimentar miedo irracional, ansiedad o depresión.
En resumen, ¿Cómo saber si necesitas un psicólogo? Simplemente, si necesitas ayuda para hacer frente a múltiples obstáculos y no sabes por donde empezar, una terapia psicológica podrá brindarte todas las herramientas y conocimiento que requieres. ¿Quieres intentarlo?